La retórica como materialismo radical. Loxodromia IV

Philippe-Joseph SALAZAR


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Cet article s'articule à une première analyse publiée dans la revue italienne Consecutio Temporum.


La retórica como materialismo radical. Loxodromia IV1

Voy a hablarles acerca de la formación retórica del materialismo como discurso en su topos fundamental:2 la Tesis XI sobre Feuerbach, de Karl Marx.3 Les recuerdo el alegato:

«[d]ie Philosophen haben die Welt nur verschieden interpretiert, es kommt drauf an, sie zu verändern». En español: «[l]os filósofos no han hecho más que interpretar de diversas formas el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo».4

I. En alemán el enunciado se estructura por el vaivén retórico entre «verschieden» (diversamente) y «verändern» (transformar).5 Busqué restituir este efecto al no traducir «verschieden» por «diversamente» o «de diversos modos», sino por una paráfrasis, «de diversas formas». ¿Por qué? Para preservar la centralidad en el enunciado del término «forma» y traducir con ello el efecto retórico del prefijo alemán «ver-». «Forma» traduce así el «ver-».

¿Cuál es este efecto?

En la versión original en alemán, la permutación de los lexemas verschieden y verändern en torno del pívot que constituye el prefijo -ver nos indica que está en marcha una operación retórica: el pasaje paradigmático de schieden (separar) a ändern (cambiar). Es evidente que uno es un adverbio (verschieden) y el otro un verbo (verändern). Sin embargo, estamos sordos frente a lo que dice la figura retórica si nos aturde la sola morfología, ya que un adverbio es una manera de expresar el aspecto de un tiempo verbal. Como se sabe, el aspecto es un término clave del discurso: caracteriza el flujo de una acción según el punto de vista del sujeto de la enunciación; aquí el sujeto de la enunciación es Marx.

Porque todos nosotros amamos los efectos discursivos, consideremos aquí el efecto retórico que produce esta permutación. Este efecto es central en la Tesis XI de Marx, el texto que funda el marxismo como discurso de filosofía práctica, es decir, un discurso de transformación eficaz, y la matriz discursiva y retórica del materialismo.

Prestemos atención entonces a que Marx caracteriza «interpretar» según la perspectiva aspectual de «verschieden». Así, Marx señala una acción a la vez continua y repetitiva (el contenido de schieden), una acción cuyo sentido se muestra violentamente en sus equivalentes latinos, discernere y dividere:6 se trata de un acto de discernimiento y división casi obsesivo por el cual la actividad filosófica se dispersa y se desvía, alejándose de la senda práctica.

Marx considera, sopesa y examina su posición discursiva por fuera de esta sucesión interpretativa. Ésta, a la que caracteriza como «verschieden» (de diversas formas), va de «esquizia» en esquizia en el flujo de códigos filosóficos y su efecto habitual sería el de eliminar la posibilidad de pensar el mundo como una «Veränderung», una transformación.

Este flujo discursivo se produce de acuerdo al sentido que Deleuze da precisamente a la «esquizia» (en francés: schize), esto es, la ruptura de un flujo que reactiva la máquina interpretativa.7 Dicho de otro modo, la Tesis XI pertenece al scheiden radical, en contraposición al «verschieden» de la interpretación filosófica. Este texto es una ruptura radical del esfuerzo incesante –hasta llegar a Marx– por recortar una y otra vez, por decodificar «el mundo» una y otra vez de diversas formas, y recodificarlo una y otra vez según las necesidades del caso, caso del que me ocuparé en unos instantes.

 

II. Para tratar esta cuestión debe considerarse, en primer lugar, que el juicio acerca de estas formas de la interpretación («verschieden interpretiert») se corresponde con un juicio acerca de la naturaleza retórica de la interpretación, el cual a su vez se basa en una reflexión velada por el estilo apofántico de las Tesis —texto de una belleza inestable, texto proclamatorio y casi parmenídeo, tal como lo he analizado en otro artículo.8

En efecto, Marx retoma de modo polémico la senda de De interpretatione [Sobre la interpretación], de Aristóteles, en especial al capítulo IV. Allí Aristóteles afirma, por un lado, que no todos los enunciados son enunciados asertivos, sino que algunos son sólo enunciados significativos; y, por otro, que en consecuencia estos últimos pertenecen ya sea a la práctica de la plegaria, ya a la poética o a la  retórica.9 La diferencia entre un enunciado (oratio) y un enunciado asertivo (en el latín de Boecio: oratio enuntiativa; en griego: logos apophantikos, o proposición) radica en «la posibilidad de decir lo verdadero o lo falso».10 Al «verschieden interpretiert» se lo entiende como oratio, como un simple «tomar la palabra», sea ésta poética –si se la considera del orden del verosímil ficcional–, retórica –vista desde la perspectiva de los efectos persuasivos–, o incluso entendida como plegaria invocatoria.

La ruptura radical del marxismo detiene el flujo de enunciados que no son enunciados asertivos, y que forman parte de la imprecación idealista, la poesía o la retórica. Son propios de la ficción, de lo verosímil o de lo dóxico.

Para decirlo de otra manera, desde el punto de vista de la lógica hegeliana, estos actos discursivos sucesivos y diversos de la filosofía forman parte de la Erscheinung, esto es, de un proceso formal de aparición y desaparición de momentos discursivos. Ahora bien, como afirma Hegel, «detrás del llamado telón, que debe cubrir el interior, no hay nada que ver».11 ¿Qué hay para decir?

Detrás del telón de la interpretación no existe otra realidad, «no hay nada que ver», a excepción de, precisamente, el esfuerzo retórico, poético o imprecatorio por ocupar el lugar del saber relativo al mundo. Por lo tanto, se entiende la razón de mi insistencia en traducir «verschieden» por «diversas formas», dado que estos fraseos filosóficos sólo son formas discursivas que aparecen y desparecen con el correr de la interpretación. En el sentido del eidôlon griego, parecen la cosa misma cuando no son sino su doble. Sin embargo, detrás del telón de estas formas no hay nada que ver. Allí no se encuentra el original, del que estas formas serían el doble, ya que ese original está oculto, disimulado, se lo mantiene fuera de la Erscheinung: la fuerza retórica o sofística del «verschieden  interpretiert» consiste en hacernos creer en un original. La Veränderung corta con el juego de las formas –por así decirlo, «retóricas»– del verschieden interpretiert, el cual supone un original, y a las cuales ella se refiere como un  juego de formas, una Erscheinung.

Por lo tanto, se plantea el interrogante acerca de la naturaleza retórica, ya no del verschieden, sino del interpretiert.

 

III. Nos detenemos por un momento antes de responder a este interrogante. La lectura y traducción de las Tesis sobre Feuerbach es tan difícil como la de las primeras líneas de la Retórica de Aristóteles.12 Detengámonos entonces en interpretieren (interpretar).   

El acto de interpretar es un acto de interposición en el cual «inter» plantea una relación que permite fijar el precio de la misma; «interpretar» es poner una relación como precio (en «interpretar»: pretium). La no transformación del mundo (por medio de esa sucesión de formas de interpretación) dio lugar a un proceso de acumulación de capital: la acumulación de capital primitivo de la filosofía. El trabajo de interpretación da al mundo un interpretium, cuyo precio en verdad consiste en fabricar y aumentar la inversión discursiva o retórica de la filosofía: ese precio es la marca de un plusvalor. Lo que no es visible detrás del telón es la acumulación de capital filosófico.

El autoproclamado «trabajo» filosófico es así un modo de acumulación en todos los frentes, desterritorializado, de un mismo capital («interpretar»); un capital del cual se invierten una y otra vez los intereses acumulados en las «diversas formas». El autoproclamado «trabajo» filosófico de las interpretaciones es comparable al proceso de acumulación de capital. Con su trabajo los filósofos agregan constantemente valor a sus discursos gracias a un plusvalor de trabajo provisto por otros.

¿Cuál es este plusvalor? El plusvalor que provee «el mundo», esto es, el simple curso de los acontecimientos tal como lo producen los hombres. En la órbita de la Tesis XI no hay razón para no someter a la filosofía interpretante a la misma regla que la de cualquier otro capital. A los dos flujos decodificados del capital, que se transforma en dinero, y del hombre, que se transforma en fuerza de trabajo, se agrega el flujo decodificado del saber que se transforma en un autoproclamado «trabajo» filosófico de interpretación. Deleuze llama a esto una recodificación axiomática;13 es a lo que yo me refería anteriormente como «las necesidades del caso» (al final de la sección I).

¿Me autoriza el texto de Marx a apuntar a este objetivo retórico? Así me parece.

 

IV. En la reflexión de Marx sobre la creación de capital, la figura retórica clave es, justamente, una analogía entre capital primitivo y saber primitivo:

«[e]sta acumulación originaria viene a desempeñar en la Economía política más o menos el mismo papel que desempeña en la teología el pecado original. Adán mordió la manzana y con ello el pecado se extendió a toda la humanidad. Los orígenes de la primitiva acumulación pretenden explicarse relatándolos como una anécdota del pasado».14

Esta analogía conlleva dos efectos argumentativos.

De modo intrínseco, la analogía enuncia un vínculo hermenéutico entre acumulación de capital y acumulación de saber. De modo extrínseco, caracteriza la manera particular en que la economía política interpreta la acumulación de capital, es decir, ese esfuerzo discursivo por reducir a una «anécdota» el pasaje del capital primitivo a la modernidad del plusvalor. Así, por medio de la reducción a una anécdota, se busca disimular un secreto. ¿Cuál?

El secreto mismo de la condición de «anécdota». Por lo tanto, la maniobra retórica consiste en recurrir a una analogía (el mito de Adán y la manzana) para mostrar aquello que está detrás del telón de la interpretación que la economía política hace del capital primitivo, o sea, se trata de mostrar la condición interpretativa de la anécdota.

De hecho, ¿qué es una νέκδοτα, sino un hecho «iné-dito»? Contamos un hecho pero sólo para señalar que carece de interés, que, en sentido banal, es una «anécdota». En el gesto paradójico de «contar una anécdota» se cuenta un secreto y, al mismo tiempo, se da a entender que en el fondo carece de valor. Precisamente, Marx titula este capítulo fundamental y tópico de El capital «El secreto de la acumulación originaria»

En primer lugar, hay que entender de esa manera la analogía entre la acumulación originaria de capital y la acumulación  adánica del primer conocimiento. En segundo lugar, hay que poner (por analogía con la economía política) a la filosofía que interpreta el mundo «de diversas formas» frente a su deseo de «anécdota». Es decir, que la filosofía enfrente la cuestión del plusvalor.

Así como la storytelling [narración] de la economía política acerca del capital primitivo oculta el plusvalor que aporta el trabajo –reducido a la condición hermenéutica de una anécdota–, del mismo modo el conocimiento filosófico, por como se lo perpetúa, disimula en lo anecdótico de las «sucesiones» filosóficas, como decíamos antes, el hecho de que este conocimiento es una acumulación de efectos discursivos, acumulación que también se logra por el plusvalor.

¿Cuál es este plusvalor y quiénes son los «trabajadores» que ayudan a sumarle valor a la inversión filosófica?

 

V. Para responder esta pregunta debo señalar que, consciente o inconscientemente, Austin ha retomado la frase de Marx al comienzo de su conferencia inaugural sobre los actos de habla.

¿No afirma Austin que:  «[i]t was for too long the assumption of philosophers that 
the business of a 'statement' can only be to 'describe' some state of affairs, or to 'state some fact', which it must do either truly or falsely»?15 En la traducción al español: «[d]urante mucho tiempo los filósofos han presupuesto que el papel de un “enunciado” sólo puede ser “describir” algún estado de cosas, o “enunciar algún hecho”, con verdad o falsedad ».16 Por lo tanto, Austin propone describir los «actos» de habla, esto es, los enunciados performativos.

La analogía hermenéutica entre Marx y Austin, cada uno en el ámbito que le es propio, se basa en un interrogante compartido acerca del efecto del lenguaje sobre el mundo, o en relación con el mundo. Así, la lingüística había acumulado un capital variado sobre la verdad de los enunciados: de hecho, la acumulación comenzó con Boecio y su Erscheinung sobre De interpretatione, que vuelve a  reintroducir el Peri hermêneias. Sin embargo, la lingüística hizo esto sin plantearse la pregunta práctica por el trabajo que implican los actos de habla para quien los realiza; esto es, se mantuvo en la anécdota. Del mismo modo, la filosofía había acumulado un capital hermenéutico sin plantearse la pregunta por el «trabajo filosófico», guardando en secreto el hecho de que ese autoproclamado trabajo en verdad consiste una acumulación de capital. Se guardó en secreto el plusvalor por el cual ese trabajo (que no es tal, sino solamente el uso hermenéutico que se hace del trabajo) es una labor de «schieden, discernere», un desvío alejado mundo del trabajo y de las manipulaciones alienantes del valor.

Este valor es el propio producto del gesto de «discernimiento», o sea, la producción repetitiva y conflictiva de certezas e incriminaciones. ¿Hace falta recordar que en la retórica judicial romana «certeza» e «incriminación» forman un paradigma? Certare refiere a la acción que, por medio del debate, permite llegar a una decisión al «discriminar» los hechos (crimen) y, a partir de esa decisión, obtener un decretum del juez, esto es, la decisión que instaura lo verdadero y lo falso. En este proceso se utiliza una criba retórica («cribrum », de «cerno»).17

Por lo tanto, el autoproclamado trabajo filosófico de interpretación del mundo por medio de los discernimientos filosóficos consiste en una sucesión de enunciados performativos que van de certeza en certeza, de incriminación en incriminación, de decisión en decisión, y de dictamen en dictamen. Si la historia de la filosofía nace de hecho junto con la filosofía (en Platón), y la acompaña como la sombra al cuerpo, ha de encontrarse el motivo en el placer de acumular crédito al incriminar certezas,  anécdotas de lo verdadero y lo falso. Este placer de la filosofía consiste en la “performatividad” de un plusvalor del que nunca se habla.

El valor de la filosofía consiste entonces en una serie de enunciados performativos sobre el propio acto filosófico, por los cuales ésta afirma y refuerza su existencia al decirle al «mundo» que sus enunciados son verdaderos o falsos. La filosofía hace esto para que el «mundo» – que provee el trabajo verdadero, aquel que permite al capital filosófico asegurar su supervivencia– se calle y acepte la necesidad inmaterial y velada de la filosofía; dado que la propia filosofía dice someterse tanto a la ley del conflicto como a la ley edénica –irreal pero moralmente persuasiva– de una certeza trascendental.

Allí verdaderamente se encuentra, para volver a Marx, el «secreto» de la filosofía, que pasa el mundo material por su criba a fin de ofrecer versiones diferentes y sin ningún efecto sobre «el mundo», excepto aquel de asegurarse su propia capacidad  preformativa,  o performatividad.

 

VI. Habrán reconocido en esto un efecto de presencia sofístico.

En la perspectiva de la Tesis XI, la filosofía, como el capitalismo, es sofística. La filosofía existe por los efectos que produce, por lo que ésta denomina el «trabajo» filosófico. Esto, en verdad, sólo consiste en una acumulación de lo que produce el mundo material por medio del plusvalor. Curiosamente, aquí es donde la retórica releva a la filosofía. La Tesis XI evoca el acto de hodopoiêin con el que se inicia la propia senda, el hodos de la Retórica (Retórica, 1354a 8).18 De lo que se trata es de «abrir una senda» en el mundo material y social; «frayer un passage», como tan bien lo expresa el francés: abrir una senda eliminando obstáculos. Es en este sentido que la retórica –si trata el producto-lenguaje como materia trabajada por el plusvalor de quienes dan sentido al mundo con su labor sobre la materia– puede ser, efectivamente, una senda de «transformación». Es ése el sentido que me gustaría darle al materialismo necesario y radical de la senda retórica.

 

 

(Traducción al español: Ana Kuschnir)

1Explico mi trayectoria «loxodrómica» (en inglés: «rhumb-line») en tres textos contemporáneos a éste: el artículo citado infra en n. 2; «Midnight Rhetor, ou le roteiro de Joe Buck l’indomptable», Cahiers Michel Leiris 4, 2012, en prensa; y «Rhumbs and Theoremes on the Rhetoric of Dating”, Advances in the History of Rhetoric  (on “1989”)» 14, Winter 2012, en prensa. De ahí el título  «Loxodromia IV».
2Este texto se articula con el análisis que hago en «Marx’s Freedom, or A Rhetorical Rhumb on his Theses on Feuerbach», филозофија, 10/32, 2011, 29-45; traducción al italiano: « La libertà di Marx O una lossodromia retorica sulle Tesi su Feuerbach », Consecutio Temporum,Rivista critica della postmodernità, 2, 2012, http://www.consecutio.org/2012/02/la-liberta-di-marx-o-una-‘lossodromia’-retorica-sulle-tesi-su-feuerbach/
3Karl Marx, Thesen über Feuerbach (Ad Feuerbach), in Karl Marx y Friedrich Engels, Werke, Dietz Verlag, Berlin-DDR, vol 3, 1969, pp. 5ff and 533 ff (http://www.mlwerke.de/me/me03/me03_005.htm (texto original de Marx de 1845); y en http://www.mlwerke.de/me/me03/me03_533.htm (edición de Engels de 1888). 
4Según la traducción usual: «[l]os filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo» (http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/45-feuer.htm).
5Para la etimología alemana: Deutsches Wörterbuch, de Jacob y Wilhelm Grimm; versión en línea: http://woerterbuchnetz.de/.
6Véanse las equivalencias provistas por el Deutsches Wörterbuch, Bd. 14, S. 2676, disponible en: http://woerterbuchnetz.de/DWB/?sigle=DWB&mode=Vernetzung&lemid=GS07591.
7En LAnti-Œdipe, Paris, Minuit, 1972, y en el curso de Vincennes acerca de «La nature des flux», del 14 de diciembre de 1972, disponible en http://www.le-terrier.net/deleuze/accueil.htm#index.
8«Marx’s Freedom, or A Rhetorical Rhumb on his Theses on Feuerbach», citado en nota 1.
9Peri hermêneias/De interpretatione, 4. En la traducción de Boecio: Oratio autem est vox significativa, cuius partium aliquid significativum est separatum (ut dictio, non ut affirmatio)Est autem oratio omnis quidem significativa non sicut instrumentum sed (quemadmodum dictum est) secundum placitum; enuntiativa vero non omnis sed in qua verum vel falsum inest; non autem in omnibus, ut deprecatio oratio quidem est sed neque vera neque falsa.Et caeterae quidem relinquantur (rhetoricae enim vel poeticae convenientior consideratio est; enuntiativa vero praesentis considerationis est) (Aristotele latinus, II, 1-2, éd. L. Minuo-Paluello, Bruges-Paris, Desclée de Brouwer, 1965). [En la traducción de los términos “enunciado” y “enunciado asertivo” seguimos aquélla de Miguel C. Sanmartín: Aristóteles, «Sobre la interpretación», en Tratados de Lógica (Órganon) II, Madrid, Gredos, 1988. (N. del T.)]
10Como lo recuerda, de modo sencillo pero necesario, el artículo «Proposition» del Vocabulaire européen des philosophies, Barbara Cassin dir., Paris, le Robert, 2000, p. 1035.
11G.W. F. Hegel, Phénoménologie de l’Esprit, I, trad. Hyppolite, Paris, Aubier, 1941, p. 140. La frase completa, tal como se la encuentra en el original alemán: «Es zeigt sich, dass Hinter dem sogennanten Vorhange, welcher das Innre verdecken soll, nichts zu sehen ist, wenn wir nicht selbst dahintergehen, ebensoher damit gesehen werde, als dass etwas dahinter sei, das gesehen werden kann» (G. W. F. Hegel, Phänomenologie des Geistes, H.-F. Wessels y H. Clairmont (eds.), Hamburg, Felix Meiner Verlag, 1988, p. 118). [Citamos la traducción al español del Wenceslao Roces: G. W. F. Hegel, Fenomenología del espíritu, México, Fondo de Cultura Económica, 1994, p. 104. (Nota del Traductor)]
12Véase mi artículo «Rhetoric c Rhetoric, or Rhetoric’s Chiasm (being a unscrupulous meditation upon Deleuze, Miró and  Rhetoric 1354a 1-11)», en Boris Wiseman et al. ed, Chiasmus in the Drama of Life, New York, Berghahn, 2012, en prensa.
13Releer para este tema el curso «Les codes; Le capitalisme; Les flux; Décodage des flux; Capitalisme et schizophrénie; La psychanalyse», 16/11/71, disponible en línea en:  www.webdeleuze.com.
14Karl Marx, El Capital, vol I, sección VII, capítulo xxiv, 1 (http://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/eccx86s.htm. En el original alemán: « Diese ursprüngliche Akkumulation spielt in der politischen Ökonomie ungefähr dieselbe Rolle wie der Sündenfall in der Theologie. Adam biß in den Apfel, und damit kam über das Menschengeschlecht die Sünde. Ihr Ursprung wird erklärt, indem er als Anekdote der Vergangenheit erzählt wird » (Das Kapital, vol I,  section VII, chapitre xxiv, 1, en Karl Marx et Friedrich Engels, Werke, vol 23, Dietz Verlag, Berlin, DDR, 1968, pp. 741-791 (http://www.mlwerke.de/me/me23/me23_741.htm#Kap_24_1).
15J. L. Austin, How to do things with words, Cambridge, MA, Harvard University Press, 1975, Conferencia I, p.1.
16J. L. Austin, Cómo hacer cosas con palabras, disponible en http://www.philosophia.cl/biblioteca/austin/C%F3mo%20hacer%20cosas%20con%20palabras.pdf.
17Michel Bréal y Anatole Bailly, Dictionnaire étymologique latin, Paris, Hachette, 1906, p. 41.
18Véase mi artículo citado en n. 12.

notes

1Explico mi trayectoria «loxodrómica» (en inglés: «rhumb-line») en tres textos contemporáneos a éste: el artículo citado infra en n. 2; «Midnight Rhetor, ou le roteiro de Joe Buck l’indomptable», Cahiers Michel Leiris 4, 2012, en prensa; y «Rhumbs and Theoremes on the Rhetoric of Dating”, Advances in the History of Rhetoric  (on “1989”)» 14, Winter 2012, en prensa. De ahí el título  «Loxodromia IV».
2Este texto se articula con el análisis que hago en «Marx’s Freedom, or A Rhetorical Rhumb on his Theses on Feuerbach», филозофија, 10/32, 2011, 29-45; traducción al italiano: « La libertà di Marx O una lossodromia retorica sulle Tesi su Feuerbach », Consecutio Temporum,Rivista critica della postmodernità, 2, 2012, http://www.consecutio.org/2012/02/la-liberta-di-marx-o-una-‘lossodromia’-retorica-sulle-tesi-su-feuerbach/
3Karl Marx, Thesen über Feuerbach (Ad Feuerbach), in Karl Marx y Friedrich Engels, Werke, Dietz Verlag, Berlin-DDR, vol 3, 1969, pp. 5ff and 533 ff (http://www.mlwerke.de/me/me03/me03_005.htm (texto original de Marx de 1845); y en http://www.mlwerke.de/me/me03/me03_533.htm (edición de Engels de 1888). 
4Según la traducción usual: «[l]os filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo» (http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/45-feuer.htm).
5Para la etimología alemana: Deutsches Wörterbuch, de Jacob y Wilhelm Grimm; versión en línea: http://woerterbuchnetz.de/.
6Véanse las equivalencias provistas por el Deutsches Wörterbuch, Bd. 14, S. 2676, disponible en: http://woerterbuchnetz.de/DWB/?sigle=DWB&mode=Vernetzung&lemid=GS07591.
7En LAnti-Œdipe, Paris, Minuit, 1972, y en el curso de Vincennes acerca de «La nature des flux», del 14 de diciembre de 1972, disponible en http://www.le-terrier.net/deleuze/accueil.htm#index.
8«Marx’s Freedom, or A Rhetorical Rhumb on his Theses on Feuerbach», citado en nota 1.
9Peri hermêneias/De interpretatione, 4. En la traducción de Boecio: Oratio autem est vox significativa, cuius partium aliquid significativum est separatum (ut dictio, non ut affirmatio)Est autem oratio omnis quidem significativa non sicut instrumentum sed (quemadmodum dictum est) secundum placitum; enuntiativa vero non omnis sed in qua verum vel falsum inest; non autem in omnibus, ut deprecatio oratio quidem est sed neque vera neque falsa.Et caeterae quidem relinquantur (rhetoricae enim vel poeticae convenientior consideratio est; enuntiativa vero praesentis considerationis est) (Aristotele latinus, II, 1-2, éd. L. Minuo-Paluello, Bruges-Paris, Desclée de Brouwer, 1965). [En la traducción de los términos “enunciado” y “enunciado asertivo” seguimos aquélla de Miguel C. Sanmartín: Aristóteles, «Sobre la interpretación», en Tratados de Lógica (Órganon) II, Madrid, Gredos, 1988. (N. del T.)]
10Como lo recuerda, de modo sencillo pero necesario, el artículo «Proposition» del Vocabulaire européen des philosophies, Barbara Cassin dir., Paris, le Robert, 2000, p. 1035.
11G.W. F. Hegel, Phénoménologie de l’Esprit, I, trad. Hyppolite, Paris, Aubier, 1941, p. 140. La frase completa, tal como se la encuentra en el original alemán: «Es zeigt sich, dass Hinter dem sogennanten Vorhange, welcher das Innre verdecken soll, nichts zu sehen ist, wenn wir nicht selbst dahintergehen, ebensoher damit gesehen werde, als dass etwas dahinter sei, das gesehen werden kann» (G. W. F. Hegel, Phänomenologie des Geistes, H.-F. Wessels y H. Clairmont (eds.), Hamburg, Felix Meiner Verlag, 1988, p. 118). [Citamos la traducción al español del Wenceslao Roces: G. W. F. Hegel, Fenomenología del espíritu, México, Fondo de Cultura Económica, 1994, p. 104. (Nota del Traductor)]
12Véase mi artículo «Rhetoric c Rhetoric, or Rhetoric’s Chiasm (being a unscrupulous meditation upon Deleuze, Miró and  Rhetoric 1354a 1-11)», en Boris Wiseman et al. ed, Chiasmus in the Drama of Life, New York, Berghahn, 2012, en prensa.
13Releer para este tema el curso «Les codes; Le capitalisme; Les flux; Décodage des flux; Capitalisme et schizophrénie; La psychanalyse», 16/11/71, disponible en línea en:  www.webdeleuze.com.
14Karl Marx, El Capital, vol I, sección VII, capítulo xxiv, 1 (http://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/eccx86s.htm. En el original alemán: « Diese ursprüngliche Akkumulation spielt in der politischen Ökonomie ungefähr dieselbe Rolle wie der Sündenfall in der Theologie. Adam biß in den Apfel, und damit kam über das Menschengeschlecht die Sünde. Ihr Ursprung wird erklärt, indem er als Anekdote der Vergangenheit erzählt wird » (Das Kapital, vol I,  section VII, chapitre xxiv, 1, en Karl Marx et Friedrich Engels, Werke, vol 23, Dietz Verlag, Berlin, DDR, 1968, pp. 741-791 (http://www.mlwerke.de/me/me23/me23_741.htm#Kap_24_1).
15J. L. Austin, How to do things with words, Cambridge, MA, Harvard University Press, 1975, Conferencia I, p.1.
16J. L. Austin, Cómo hacer cosas con palabras, disponible en http://www.philosophia.cl/biblioteca/austin/C%F3mo%20hacer%20cosas%20con%20palabras.pdf.
17Michel Bréal y Anatole Bailly, Dictionnaire étymologique latin, Paris, Hachette, 1906, p. 41.
18Véase mi artículo citado en n. 12.